Evaluación de organizaciones altruistas

Hay un gran número de organizaciones que trabajan para conseguir un mundo mejor, así como de proyectos llevados a cabo con tal fin. Podemos no tener claro a cuál de estas iniciativas puede ser mejor dar nuestro apoyo. Un procedimiento adecuado para decidir esto consiste en evaluar la eficiencia de las distintas organizaciones candidatas. La eficiencia de una organización en su trabajo consiste en su eficacia para conseguir los mejores resultados con los mismos recursos que otras. Esto depende de una suma de factores, que veremos a continuación.

  • Prioridad de la causa

El primer factor es la prioridad que tiene trabajar en esa causa. La prioridad se mide en función del bien que es posible hacer trabajando en tal causa, en comparación con el que se podría lograr empleando los mismos recursos trabajando en otra causa. Hemos de partir de un enfoque, en principio, de neutralidad entre causas, si bien posteriormente podemos, tras evaluar el impacto que tiene cada una, ver dónde es posible conseguir una mayor reducción de sufrimiento.

  • Estrategia

Un segundo factor tiene que ver con la vía de acción seguida por la organización para tratar esa causa en concreto. Puede ser que la causa resulte prioritaria, y que siguiendo una estrategia apropiada sea posible conseguir una gran mejora en el problema al que esta se enfrenta. Sin embargo, puede ocurrir también que esta organización no siga una estrategia adecuada. En ese caso, la vía de acción seguida por tal organización implicará un gasto de recursos poco óptimo para conseguir sus objetivos. Esto significa que esa organización no actúa del modo más eficaz posible.

Así, un examen semejante al aplicado a causas puede emplearse en el caso de vías de acción concretas destinadas a trabajar en una cierta causa. El impacto marginal no es necesariamente el que consigue cambios más veloces, pues hay diferentes maneras de maximizar nuestro impacto considerando el valor esperado de nuestra forma de actuar. Podemos invertir nuestro tiempo en:

        • Realizar tareas específicas que propicien un cambio.
        • Conseguir recursos cuyo empleo por otras personas pueda lograr mejoras (por ejemplo, ganando dinero para donarlo).
        • Obtener una mayor capacitación para nuestro trabajo, o formar a otras personas para aumentar su eficacia y eficiencia, lo que supone invertir menos recursos en conseguir un cambio presente, en pro de aumentar el potencial de alcanzar un cambio futuro.
        • Animar a otras personas a que inviertan recursos para minimizar un desvalor o maximizar un valor (esto es, una meta-inversión de recursos para conseguir un mayor impacto de forma indirecta).

En función de la causa y del proyecto concreto, puede ser que favorecer una vía de acción sea más eficiente en un caso que en otro, de manera que no existe una regla universal sobre qué vía de acción es más eficiente: depende del contexto y el objetivo buscado.

  • Nivel de eficiencia en el desempeño del trabajo de las distintas organizaciones

Una organización puede enfrentarse a la causa adecuada, intentar seguir un plan y una estrategia correctas, pero, pese a esto, lograr resultados pobres. Algo así puede suceder por varios motivos. Estos pueden incluir, por ejemplo, la falta de preparación para llevar a cabo adecuadamente los objetivos propuestos, el seguimiento de procedimientos inapropiados para el desarrollo de la estrategia, o una distribución de recursos inadecuada para tal vía de acción.

El principal indicador de si una organización no está funcionando de manera eficiente consiste en los resultados obtenidos hasta el momento en relación a su presupuesto. Esto resulta crucial a la hora de que sea recomendable apoyar a una organización o a otra para conseguir una mayor reducción de sufrimiento. Puede suceder, de hecho, que una organización trabajando en una causa muy importante sea muy poco eficiente, y que otra organización trabajando en otra causa menos prioritaria será extremadamente eficiente, de manera que, al final, apoyar a la primera organización en lugar de a la segunda no sea la mejor idea.

  • Impacto en otras causas

Otro factor mediante el cual se puede evaluar el impacto de una organización consiste en el impacto que esta puede tener para otras causas.

Por ejemplo, supongamos que una organización reparte alimentos a una comunidad en situación de hambruna. Imaginemos que la organización promoviese indirectamente el cultivo de tales alimentos por personas en una situación de explotación terriblemente abusiva, en condiciones de casi esclavitud. Al impacto positivo que tiene esta organización habría que restarle este impacto negativo. Pensemos, por otra parte, que los alimentos que distribuye provienen de la explotación animal. De nuevo, ante su impacto positivo habría un impacto negativo. Y, a la inversa, si una organización tiene un impacto positivo en otras causas aparte de aquella a la que se dedica, ello contará a su favor.

¡Comparte este contenido en tus redes sociales!
Facebook
LinkedIn
Twitter